Este sitio arqueológico está ubicado al sur de de Linares y contiene petroglifos de diseño de tipo lineal o concéntricos, que fueron realizados utilizando una técnica de puntilleo y raspado en la roca.
De acuerdo a información publicado por el medio de la Región del Maule, Séptima Página Noticias, lamentablemente los petroglifos fueron vandalizados, grabando sobre ellos mensajes obscenos, o realizado nuevas formas, además de remarcarlos en forma grosera, dañandolos irreparablemente. (Septimapaginanoticias.cl. 07.03.2023)
Diferentes autores indican que generalmente en este tipo de sitios, las comunidades que habitaban el sector, acostubraban a reunirse para realizar ceremonias religiosas donde los grabados servirían para conectarse simbólicamente con sus antepasados, y para ello dejaban grabados como una especie de constancia simbólica de participación, que perduría en el tiempo.
De acuerdo a la opinión del arqueológo Ruben Stehberg, El Cerro Quiñe “es un sitio muy especial, tiene una vista única. Obviamente es una residencia de un espíritu ancestral, y eso es lo que simbolizaría”. “Ellos –los pobladores nativos- vinieron a hacerles ofrendas y obsequios (demostraciones) a un espíritu de un antepasado importante, tanto de varios antepasados importantes, por eso se transforman en lugares de culto y los petroglifos por ejemplo –de la roca- son “conectores”…por ahí se meten los espíritus a un mundo subterráneo y ese inframundo está aquí…a menos de un metro. Y ese mundo subterráneo está acá abajo y estos petroglifos conectan… Sólo los espírutus pueden venir al mundo de los vivos y volver a meterse abajo a través de los petroglifos”. (El Heraldo de Linares. 26.08.2018)