Investigadores de la Universidad de Tarapacá buscan establecer si el uso de manganeso en el proceso de momificación pudo generar un envenenamiento crónico en las comunidades Chinchorro.
Las sofisticadas técnicas de momificación, utilizadas por las culturas Chinchorro que culturalmente crearon las momias más antiguas del mundo, han recibido el reconocimiento internacional. Sin embargo, el uso del manganeso podría haber generado un envenenamiento crónico de sus habitantes.
El manganeso es un mineral potencialmente neurotóxico que las comunidades Chinchorro lo refinaron para su utilización como colorante negro para ornamentar los cuerpos de sus difuntos durante el proceso de momificación. De acuerdo a un grupo de investigadores, su continua explotación causó un impacto en la salud de la población Chinchorro, por la sobreexposición continua, inhalación de partículas o por el contacto durante su manipulación.
Para estudiar el grado de toxicidad y bioacumulación del manganeso en restos de estas las poblaciones que habitaron el norte de Chile, investigadores de la Universidad de Tarapacá están analizando restos bioarqueológicos de estas comunidades. El proyecto, denominado “El color de la muerte: El uso ancestral del manganeso y el posible envenenamiento crónico de las poblaciones Chinchorro en el desierto de Atacama”, y es liderado por el académico de la Universidad de Tarapacá Bernardo Arriaza.
El proyecto a permitido recopilar muestras de fragmentos de hueso de las momias chinchorro, que mediante equipos especializados se analiza la presencia del manganeso. El trabajo de Arriaza tuvieron un rol fundamental para que los asentamientos Chinchorro fueran declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco el 2021. Para este proyecto de investigaciòn, explica que están analizando sedimentos en el Valle de Lluta, además de muestras de colecciones arqueológicas y bioarqueológicas del Museo Arqueológico San Miguel de Azapa.
El investigador señala en Las Últimas Noticias, que “son fragmentos de hueso. Estamos hablando de 68 muestras de cuerpos asociados a la cultura Chinchorro, pero esperamos incluir otros periodos posteriores. Utilizamos pequeños fragmentos, especialmente de cuerpos fragmentados o que han tenido análisis previos. Aquellos con buena integridad no pueden ser muestreados”. (Lun.cl. 06.04.2023)