Registros muestran cómo las figuras elaboradas por pueblos andinos prehispánicos hace más de 1000 años están siendo borrados por el paso de centenares de ruedas de jeeps, motos y cuatrimotos. En un artículo del Diario El País, de España, Gonzalo Pimentel, Director de la Fundación Desierto de Atacama, indica que las “Las imágenes son realmente impactantes por el alto grado de intervención que han sufrido” y agrega que los milenarios geoglifos de Alto Barranco, ubicados en el sector de Caramucho, al sur de la comuna de Iquique, en la región de Tarapacá “lamentablemente lleva varias décadas siendo destruido por el paso de vehículos off-road [todoterreno] y no parece que vaya a parar”.(Elpais.com. 27.09.2024).
En cambio la Presidenta de la Sociedad Chilena de Arqueología, Marcela Sepúlveda, señala en el mismo artículo, que los geoglifos que hay Chile, se concentran en las regiones de Arica y Tarapacá, y fueron construidos entre 3000 a 1000 años atrás. Los dibujos representan figuras geométricas, zoomorfas y antropomorfas, que eran usadas para ubicarse en el territorio, y resalta que lo “más importante es la interacción que evidencian de las comunidades con su paisaje, porque es casi una cartografía. Es un mapa que permite a las poblaciones marcar ciertos hitos particulares: rutas a seguir, puntos de agua, lugares de encuentro. Esto es clave dentro de lo que es habitar y conocer el desierto y poder moverse a través de este espacio que parece tan inhóspito”
El artículo de El País, explora la problemática de la destrucción de los geoglifos de Atacama, patrimonio cultural milenario de Chile, a causa de la circulación de vehículos motorizados en zonas arqueológicas protegidas. A través de testimonios de expertos y evidencia visual, denuncia la gravedad de esta situación y se enfatiza la importancia de estos sitios para comprender la historia y cultura de los pueblos prehispánicos de la región.
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