Parte de las imágenes -registradas por Martín Gusinde entre 1918 y 1924-, serán exhibidas en el CECREA de Castro, en Chiloé, a partir del 7 de marzo y durante tres meses.
La exposición “Voces de la Patagonia. Memoria Ancestral” se podrá visitar en el CECREA de Castro, en Chiloé, que reúne una muestra qucon 37 piezas de una colección de 147 imágenes de los pueblos Selk’nam, Kawésqar y Yámanas, registradas a principios del Siglo XX por el sacerdote alemán Martín Gusinde y testimonio de una cultura ancestral
Esta exposición forma parte de una colección de imágenes adquiridas por Francisca Cortés Solari, fundadora y presidenta ejecutiva de Filantropía Cortés Solari al Atelier Xavier Barral, en 2019. “Durante la exposición “Ballenas, Voces del Mar”, tuve la oportunidad de dialogar con Xavier Barral, quien nos cedió el uso de algunas fotografía en ese entonces, y desde ahí iniciar un largo viaje que culminó con este registro histórico en Chile. Se trata de un legado para el país, en donde nos pareció un evidencia, la necesidad de que este patrimonio regresara a Chile”, eseñala Francisca Cortés Solari, fundadora y presidenta ejecutiva, sobre esta valiosa muestra. (Elmostrador. cl. 04.03.2025)
“Seleccionamos con respeto y cuidado las imágenes que representan a esta cultura en diversas situaciones cuotidianas o ritos espirituales. Martín Gusinde no sólo vivió y convivió con los patagones, sino que fue iniciado, autorizándosele desarrollar este registro fotográfico único y último, para la humanidad”, añadió.
Rosario Ateaga, directora del CECREA, afirmó que para ese centro de creación “la posibilidad de mediar esta exposición en torno a la arquitectura efímera y la fotografía espiritual permitirá acercar y devolver las imágenes realizadas hace más de 100 años a estas comunidades desde la voz de niñas y niños de Chiloé”. Y además de la colección de imágenes, habrá otras actividades de mediación pensadas para niñas y niños: un laboratorio de arquitectura nómade y un espacio de revelado de cámara fotográfica estenopeica.
Martín Gusinde tomó cerca de 2.000 fotografías en blanco y negro en placa de vidrios, donde estudió y generó vínculos y relaciones con hombres y mujeres de la zona, conociendo su cosmovisión, su lengua, además de sus formas de vida simbólica y sus quehaceres. Registró así su lengua, fonética y música en diversos soportes de la época, como escritos sobre papel y cilindros sonoros.