Comunidades buscan restaurar corrales de pesca en Chaitén

Comunidades indígenas de de Chaitén impulsan un modelo de desarrollo sustentable que combine la conservación de la rica biodiversidad marino costera con el rescate de su patrimonio biocultural.

En la Comuna de Chaitén, entre los fiordos Comau y Reñihué, se ubica el Espacio Costero Marino de Pueblos Originarios (ECMPO) Weki-Wil. Preocupadas por las amenazas de las actividades extractivistas, las familias locales lideran esfuerzos para proteger su territorio y promover un desarrollo inclusivo. Un proyecto central es la restauración de los corrales de pesca, estructuras ancestrales de gran valor arqueológico y cultural.

Juan Catín, presidente de la comunidad indígena de Buil, explica que el enfoque del ECMPO Weki-Wil se centra en el turismo y la conservación, diferenciándose de otras solicitudes. La restauración de los corrales de pesca busca mostrar las técnicas de construcción y los fines de estas estructuras a las nuevas generaciones. Además, se espera evaluar su funcionalidad actual y la posible disminución de peces, sirviendo como un indicador de estudios y una propuesta cultural alternativa a la economía puramente extractivista.

En el medio G5 Noticias, Catín relata cómo surgió la idea de la restauración del corral. “Conversando con un familiar de la familia Barrientos, que eran los dueños históricos del corral, le comentamos la idea de intentar restaurar los corrales que hay aquí, y nace a través de esta conversación la idea de restaurar su corral, que fue de ellos, que es un corral de Metrequenes (sistema de corral de pesca de madera o estacones enterradas en playa en los cuales se entrelazan varillas) que le llaman, donde, bueno, uno de los propósitos era mostrar las bases de cómo se construían estas estructuras y con qué fines”.

También indica que han estado tratando “de levantar información, apoyado ahí por profesionales igual, donde podamos tener un registro visual también de lo que se ha ido haciendo, con objeto de que a futuro la juventud o las nuevas generaciones tengan un concepto o una idea de cómo eran estas estructuras, para qué servían y cuál era su función. Finalmente, la otra propuesta o la otra opción era ver si realmente funcionaba en relación a las épocas donde ellos la ocuparon, si realmente queda pescado y que también nos serviría como un indicio de estudio de cuánto ha disminuido la cantidad de peces que habían a la época y que salían en ese entonces ahí, a las fechas de ahora. Y por último, en el caso de no funcionar así, nos sirve a nosotros como una propuesta más cultural para mostrar de una forma más abierta, por decirlo así, qué es lo que busca resguardar o proteger la comunidad a través de la cultura, a través del conocimiento ancestral entregado por las mismas personas lugareñas y que fomentan un tipo de economía diferente, se puede decir, a la extractivista que generalmente se ha presentado”. (G5noticias.cl. 09.03.2025)

En G5 Noticias Ricardo Álvarez, arqueólogo de la Universidad Austral, resalta la importancia histórica y ecológica de los corrales de pesca, señalando que la región de Los Lagos concentra la mayor cantidad a nivel mundial. Estas estructuras fueron cruciales para el sustento de las comunidades indígenas y, aunque la sobreexplotación marina y políticas públicas llevaron a su declive, muchas comunidades, los mantuvieron como símbolos de una relación armoniosa con la naturaleza. Álvarez enfatiza que los corrales albergan diversas especies marinas y su restauración contribuye a recuperar zonas sobreexplotadas. La iniciativa en Buill, donde jóvenes dialogaron con ancianos para recuperar conocimientos ancestrales, no es aislada, ya que otras localidades también están restaurando sus corrales como una forma de reafirmar su modelo de vida y recuperar la gobernanza marino-costera frente al modelo de desarrollo actual.