Un movimiento ciudadano de Iquique liderados por personas ligadas al turismo, la fotografía y la arqueología han iniciado una campaña para sensibilizar y proteger los geoglifos de Ariquilda, ubicados en la Región de Tarapacá.
El complejo de geoglifos de Ariquilda se ubica al interior de la Quebrada de Aroma en la comuna de Huara, a unos 130 kilómetros de la ciudad de Iquique. Adicionalmente en el área existen gran cantidad de petroglifos a lo largo de unos 5 kilómetros, ubicados a ambos lados de la quebrada. En cambio los geoglifos están ubicados en una explanada, difíciles de divisar, salvo desde el aire. Lamentablemente muchas personas realizan tour en vehículos por el desierto conduciendo directamente sobre esta herencia cultural.
Ariquilda, al igual que muchos sitios con vestigios precolombinos, se ubica en un territorio relativamente aislado, que no puede contar con un servicio de vigilancia permanente. Por esta razón es necesario asumir un cambio cultural, que aumente el conocimiento y la conciencia ciudadana sobre nuestro patrimonio, como la principal arma para detener el vandalismo.
El periodista Carlos Aracena, especialista en fotografías del norte de Chile y el Desierto de Atacama, forma parte de este grupo de personas preocupadas por preservar los geoglifos. En declaraciones a Iquique TV, señala que “el cuidado de sitios arqueológicos es importantísimo, como el de Ariquilda, donde hay una formación de geoglifos únicos que solamente pueden ser visto en su total magnitud desde el aire, similar a lo que pasa en Nazca en Perú”. (Iquiquetv.cl 15.04.2019)
En la entrevista, anuncia diferentes acciones como reuniones con autoridades regionales, un banco de imágenes sobre Ariquilda, además de la difusión patrimonial a través del sitio web www.lineasdeariquilda.cl
