Osamentas humanas encontradas en la construcción de la carretera entre La Serena y Vallenar en 2014, pusieron a la luz una gran cantidad de vestigios arqueológicos que están reescribiendo la prehistoria del Norte Chico.
El Olivar ubicado en la salida norte de La Serena, era tradicionalmente conocido por los pobladores del sector como un cementerio indígena, probablemente por los restos de cerámica que emergían durante las labores agrícolas en las numerosas chacras del lugar.
El sitio, fue por primera vez excavado por el arqueólogo estadounidense Samuel K. Lothrop en 1929, revelando un período de ocupación de 800 años hasta la fase incaica de la Cultura Diaguita, que comenzó alrededor del 1450.
El Olivar es la excavación arqueológica más extensa que se ha realizado en Chile. Sin embargo el actual área de estudio representa sólo una porción del sitio arqueológico, que de acuerdo a prospecciones realizadas, comprendería unas 40 hectáreas.
En opinión de los especialistas, esta es una gran oportunidad que permitirá estudiar en detalle el pasado prehispánico del Norte Chico, integrando elementos como la cosmovisión diaguita, las relaciones culturales, diferentes comunidades, además de estudios genéticos que mostraran aspectos como la alimentación y calidad de vida de los habitantes, que en diferentes épocas vivieron en el lugar.
El estudio es liderado por los arqueólogos Paola González y Gabriel Cantarutti. A la fecha se han identificado 8 cementerios desde los cuales se han extraído sobre 200 cuerpos humanos, muchos de ellos enterrados con camélidos en una configuración funeraria particular por cuanto los cuerpos se encontraron abrazados a estos animales. Otros fueron enterrados con cerámicas, adornos metálicos, joyas e incluso con instrumentos musicales.
Paola González ha señalado que comúnmente se habla del sitio como de un cementerio “pero no es un cementerio solamente, es un gran asentamiento humano, más parecido a una aldea, que está intercalada o coexistiendo cercanamente con distintas áreas funerarias, con una convivencia muy estrecha entre vivos y muertos”. (Radio.uchile.cl. 20.08.2018)
En reciente entrevista en Radio Duna, la profesional indica que “La gran maravilla de El Olivar, independientemente de su antigüedad y extensión, es que por primera vez la prehistoria del Norte Chico cuenta con una investigación contextual. El sitio se descubrió a principios del siglo 20, aunque antes, lamentablemente se excavaba buscando la vasija y lo demás no interesaba. Entonces tú vas al museo de La Serena y encuentras piezas cerámicas muy hermosas pero no sabes dónde estaban, si asociado a mujeres, hombres o niños. Entonces toda esa información que te permite reconstruir los procesos sociales, los cambios a través del tiempo, estaba totalmente perdida, por cuanto había muy pocos casos de sitios excavados científicamente en la región. (Duna.cl. 04.03.2020)