Andrea Tirado, perteneciente al Pueblo Aymara, es educadora tradicional en dos colegios de la comuna, donde comparte saberes ancestrales. Narradora y artista visual, ha dedicado su vida a transmitir sus conocimientos sobre lo que es el suma qamaña o “buen vivir”, una forma de vida en armonía con la naturaleza y los otros seres humanos. Hoy día enseña sobre la cosmovisión y el arte Aymara a niños y niñas en el Centro Ceremonial de Pueblos Originarios en la comuna de Peñalolén, donde tienen su uta, casa tradicional Aymara, donde se realizan los talleres.
¿Cómo nace el Centro Ceremonial de Pueblos Originarios en Peñalolén?, un lugar tan anhelado por distintas etnias, especialmente la Aymara.
Este proyecto surgió porque todos tienen un lugar donde hacer sus ceremonias; estamos hablando de que todas las personas tienen su iglesia, su lugar espiritual, y nosotros como indígenas de la Región Metropolitana necesitábamos un lugar donde también resguardar nuestra espiritualidad y nuestra manera de convivir de acuerdo a nuestra cosmovisión.
Surgió hace más menos 17 años atrás el tema de querer tener un espacio. Entonces, donaron este espacio para que fuera un parque de los pueblos originarios, esto antes era una toma, una ex toma de los terrenos de Nazur. Él donó estos terrenos para poder nosotros concretar nuestros sueños, para mostrarle a toda la sociedad nuestra forma de convivir y de vivir aquí en la urbanidad, pero de todas maneras, mostrando nuestros saberes ancestrales.
En Santiago ¿éste es uno de los pocos lugares que sienten representativos del Pueblo Aymara?, ¿qué otros espacios mantienen en la ciudad para reunirse?
Podría decir que es como el tercer lugar, porque hay uno que es el Pukara de Chena, un lugar que también es sagrado para el pueblo Aymara, donde nosotros vamos a rendir ceremonia y vivimos la espiritualidad. Pero nosotros más que nada, necesitamos un lugar donde entregar los conocimientos de nuestros saberes ancestrales; tener una casa para que las personas puedan conocer de qué forma viven los Aymara. Tener nuestros sectores de cultivo para que también conozcan cuál es nuestra alimentación, nuestra agroalimentación, y un sector de ceremonia que une todo lo que es nuestra espiritualidad.
¿Cómo han sido recibidos por la comunidad, ¿cómo se enteran de que están impartiendo talleres específicos, como el que ofreces tú?
Bueno, nosotros aquí planteamos talleres para niños, porque es muy importante trabajar con ellos que son la nueva sociedad adulta; el día de mañana ellos van a reconocer que sí hay pueblos originarios en Chile, porque estamos en una sociedad donde somos muy autónomos, donde no nos conocemos y muchas personas repudian a los pueblos originarios. Esto es porque no tuvieron una enseñanza. Entonces, es muy importante mantener este espacio y entregar los conocimientos a todas las vecinas y vecinos que quieran venir a conocernos y que quieran saber de nosotros, de qué forma vivimos, de qué forma nos vestimos, qué comemos y cómo es nuestra espiritualidad, que es muy importante.
Si bien ha sido un tema importante en el contexto de una nueva Constitución el valor de los pueblos originarios, no terminó por definirse cómo estos quedan incorporados en este nuevo reconocerse como país, ¿qué piensas de eso?
El país, más bien el Gobierno de Chile, tiene una gran deuda con los pueblos originarios porque hay una sociedad que repudia a los pueblos originarios, que dice que nosotros venimos de afuera cuando nosotros siempre hemos existido, esta tierra es nuestra. Chile fue fundado bajo un territorio de pueblos originarios. Entonces, eso es lo que la sociedad tiene que aprender, que Chile es un país de pueblos originarios. Los españoles llegaron y usurparon estos territorios donde nosotros siempre hemos estado presente, los pueblos en América existen y siempre van a existir.
Nosotros esperamos que éste sea un país pluricultural, y si bien es cierto, no salió la nueva Constitución donde nosotros estábamos, esperamos del gobierno que el presidente reconozca que Chile es un país pluricultural. Que los vecinos y vecinas y todas las personas que viven en Chile nos reconozcan, conozcan nuestra realidad, nuestra historia. Es muy importante que este país nazca nuevamente, pero conjuntamente con nosotros, tenemos que sensibilizar a las demás personas de que nosotros sí hemos existido en este Chile.
¿Por qué la cultura del Pueblo Aymara debe mantenerse viva?, ¿qué debemos aprender de ella en estos momentos tan críticos respecto de la protección de la naturaleza?
Nuestro principal conocimiento ancestral es resguardar a la madre naturaleza, nuestra Pachamama, ya sea usando reciclaje, la agroalimentación. Ahora todo esto del tema de las semillas también para nosotros es súper importante, nosotros estamos en contra del TTP 11, porque nuestras semillas siempre han sido traspasadas de generación en generación. No son semillas genéticamente elaboradas, son semillas que nacieron de la Pachamama y que vuelven a la Pachamama a florecer.
Para nosotros es muy importante la alimentación para tener una suma qamaña, que es un buen vivir. ¿Y qué es este buen vivir? Abarca todo, es cuidado a la naturaleza, cuidado a los animales, cuidado a la Pachamama y proteger el agua también, porque en otros lugares el agua “se cría”, entonces nosotros tenemos que “criar y cultivar” también esta agua, como a todo ser viviente. La gente hoy en día no tiene conciencia del cuidado del agua.
Los territorios de las comunidades Aymara suelen entrar en conflicto con las zonas mineras por el uso del agua
El día de mañana realmente va a ser catastrófico cuando agua no haya, y sobre todo en las zonas mineras, la minería usa mucho el agua para lavar todo el material, y esa es la contaminación. Nosotros también estamos en contra de la minería y entonces por eso que a veces los pueblos originarios por tanto resguardar a esta madre naturaleza pasamos a ser un problema también para el gobierno. Esa es la realidad, porque nosotros estamos en contra de usurpar a la naturaleza, nosotros tenemos que proteger, ese es nuestro derecho principal, proteger a la madre naturaleza.
Hay mucha falta de agua y las comunidades la estamos protegiendo, eso es lo que no les gusta, a este gobierno tampoco y a los otros gobiernos que han pasado. No es que seamos fanáticos, pero nosotros resguardamos nuestra madre naturaleza. Sin ella, nosotros no estaríamos acá y sin ella nosotros no vamos a poder vivir. Ese es nuestro modo de pensar.
¿Cuál es la situación hoy día de las comunidades, la mayoría de sus habitantes ha emigrado a las ciudades, ¿quiénes se mantienen en sus territorios?
La mayoría está en la ciudad por un tema de trabajo, porque el tema agroalimentario, si bien es cierto, es muy importante, cuando uno cuando vive de la agroecología, la cosecha es una vez al año, entonces tenemos recursos, pero después no hay. Los jóvenes viajan y viajan las familias a buscar un buen porvenir en la urbanidad, porque ahí es donde encuentran el trabajo para subsistir.
Ancestralmente trabajaban periódicamente la tierra, tenían su ganado y eso daba para vivir en el año. Pero ahora como todo ha subido, la inflación, no da para vivir durante todo el año. Antiguamente también se practicaba el ayni, que es el truque. Si una familia, cultivaba papas o cultivaba maíz, se intercambiaban, pues no había dinero de por medio antiguamente, pero ahora está el dinero y la inflación, todo ha subido. Entonces es como que se obliga a la persona a ir a trabajar a la ciudad.
Desde tu labor como educadora con niños pequeños, ¿de qué forma trabajas lo que te interesa transmitirles y cómo es recibido por ellos?
A los niños les enseño todos los valores culturales que tiene mi pueblo, vivir el suma qamaña, vivir bien, que es alimentarse bien, se les enseña cómo tener una buena alimentación y también a resguardar esta Pachamama. A reutilizar el agua, reciclar, hacer compostaje, plantar una semilla. De esa manera los niños han ido aprendiendo muy bien y han ido conociendo de qué forma el Pueblo Aymara transmite el cuidado a la madre naturaleza, que es lo que más nos preocupa. Esta contaminación va a seguir y no va a parar, y este gobierno y todos los gobiernos, y el mundo, no han hecho nada para descontaminar la madre naturaleza.
Entonces eso es lo que se enseña a los niños, porque estamos en la insensibilización aquí en la urbanidad. Sensibilizar a las niñas y niños sobre este resguardo a la madre naturaleza y también a que se cuiden ellos, porque teniendo cada ser humano una buena alimentación se conlleva una buena salud. Todo va unido, no va separado lo uno de lo otro, alimentarse bien, es tener una buena salud y tener una buena salud es estar confortable, es vivir en suma qamaña.
En tu rol de narradora de cuentos, ¿sobre qué escribes, qué te inspira?
He escrito varios cuentos para niñas y niños, uno de esos cuentos se llama “Pachamama se enfermó”, está en youtube. Ahí se habla de que Pachamama es un ser sintiente, es un ser que siente que cada época del año va despertando su sentido y uno como humano tiene que satisfacer lo que Pachamama requiere.
¿Qué invitación harías para mejorar nuestra relación con la naturaleza?
Invitaría a vivir en suma qamaña. A vivir en ella.
Entrevista Gabriela Pazos