Un asesinato prehistórico en el norte de Chile

Investigadores de la Universidad Austral de Chile (UACh), revelan el asesinato de una mujer del periodo precolombino en el desierto de Atacama. Los resultados de esta investigación fueron descritos en la revista “Latin American Antiquity” en el artículo científico denominado “Violencia física y tensión social en el desierto de Atacama: osteobiografía de una mujer del cementerio Tarapacá 40 del periodo formativo”.

Los resultados fueron publicados en marzo pasado, y aborda la violencia física además del conflicto social, que implica este asesinato. El estudio se realizó en el Desierto de Atacama enfocado en los restos óseos de una mujer del Período Formativo del Norte (1000 aC-900 dC), la cual fue inhumada en el cementerio denominado Tarapacá 40 ubicado en la quebrada del mismo nombre. Este es un territorio con pocos estudios sobre violencia y conflicto social, por ello este caso estudiado abre una interesante línea de análisis, ya que es la primera evidencia contundente de un ataque perpetrado por terceros.

El estudio permitió reconstruir a través de sus restos, su vida y muerte en el contexto de las condiciones sociales y políticas de esa época. Además de la evidencia de un golpe letal en la cabeza, los investigadores analizaron las ofrendas que la acompañaban, que demuestran que la mujer formaba parte de la comunidad local, y que recibió el tratamiento ritual funerario típico para mujeres adultas de su época.

Una de las investigadoras, la académica Andrea González Ramírez, destacó, que el análisis funerario de los restos de la mujer, muestra que fue tratada de acuerdo a las costumbres del entierro habituales para las mujeres de su comunidad y su muerte violenta no se traspasó al espacio funerario. Sin embargo desde el punto de vista del conflicto social, una de las preguntas que intenta responder el equipo de investigación, es si la violencia de su muerte pudo haber provocado conmoción pública.

Al respeto la académica señala que “No podemos saber si se trató de un ataque criminal circunstancial o si fue violencia política. Pero si miramos el contexto de los cuerpos de su época, como el incremento de la diferenciación y la distancia social, el hacinamiento del asentamiento, la carga de mayor cantidad de embarazos en los cuerpos de las mujeres y el aumento de las tensiones internas y externas evidenciadas en el reforzamiento de los muros perimetrales de la aldea de Caserones, así como la disposición de pozos de proyectiles de piedra, es posible sugerir que eran tiempos de gran conflicto socio-político”.
Así indica la académica en el contexto de la investigación que “la violencia física como respuesta a los conflictos sociales, suele ser un síntoma no sólo de represión, que es lo más evidente, si no una manifestación del miedo a perder el poder”.

“La ostentación del escarnio público opera como disciplinamiento social. Es por eso que este caso es relevante tanto en su historia personal, como en la explicación que podemos hacer desde el contexto socio-histórico que le da existencia. Nos sirve muchísimo, también, para reflexionar en torno a los mecanismos sociales de uso de la violencia física, un tema tremendamente contingente en la agenda política actual” (El Mostrador 15.04.2023)

Equipo de investigadores
María José Herrera Soto, antropóloga de la Universidad de Buenos Aires; Andrea González Ramírez, académica de la Escuela de Arqueología de la Universidad Austral de Chile; los antropólogos físicos Pablo Díaz y Ariel Pacheco del Grupo OsTeam, Chile; el antropólogo físico Rodrigo Retamal, académico del Departamento de Antropología de la Universidad de Chile; el antropólogo físico Arturo Sáez, docente de la Escuela de Arqueología de la Universidad Austral; la antropóloga Francisca Santana-Sagredo, académica de la Escuela de Antropología de la Pontificia Universidad Católica de Chile y el arqueólogo Mauricio Uribe, académico del Departamento de Antropología de la Universidad de Chile.

Resumen del artículo
La violencia ha sido una temática ampliamente estudiada en las sociedades andinas. Sin embargo, las investigaciones acerca de la violencia son escasas para el periodo Formativo del norte de Chile (1000 aC-900 dC). Las evidencias provenientes de estos estudios generalmente se atribuyen a conflictos entre grupos, donde los protagonistas son, usualmente, hombres. Aquí presentamos el caso de un adulto femenino con evidencia de fracturas, inhumado en el cementerio Tarapacá 40 (región de Tarapacá, Chile). Reconstruimos su vida y muerte considerando las condiciones sociales y políticas de su entramado histórico. Realizamos una caracterización bioantropológica, un análisis de los traumas craneales, de isótopos estables, y un registro de las ofrendas contenidas en la tumba. Los resultados sugieren que la mujer fue un miembro más de la comunidad, sepultada en el cementerio Tarapacá 40 y que su muerte estuvo relacionada con las lesiones en su cabeza. Este tipo de muerte es inusual en los registros bioarqueológicos previos de violencia letal en la región de Tarapacá. Esta osteobiografía, por lo tanto, se constituye en evidencia de una época caracterizada por un incremento de la complejidad y desigualdad social, donde la violencia física pudo ser un mecanismo de regulación interna y de ejercicio del poder.

Leer el artículo original en Latin American Antiquity